T ras incontables horas de preparación, mi mente ha caído en una trampa. La escritura se ha convertido en el centro absoluto de mi existencia—he despertado a una criatura voraz que se alimenta de mis creaciones. Incluso un solo día sin escribir hasta el agotamiento la enfurece; cerrar los ojos no la apacigua, solo la fortalece. Dormir se ha vuelto un lujo imposible.
En este blog de ficción hallarás los relatos que he concebido para mantenerla en silencio, porque trabajar en una novela no fue suficiente. Solo puedo desear encontrar la fuerza para seguir ideando historias que apacigüen su apetito insaciable.
Creo que Edgar Allan Poe sufrió un destino similar—cargar en soledad con este extraño mal, ser esclavo de las palabras, obligado a desgastarse en cuerpo y mente para alimentar la llama creativa. Mi único propósito es persistir, sobrevivir al tormento y aguardar la inspiración necesaria para calmar a la bestia.
Por favor, disfruten el fruto de mi esfuerzo. Mi narración ha sido pulida por años de práctica y dedicación, mucho antes de despertar a esta criatura. Por ahora, debo seguir imaginando la próxima historia que escriba.
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Con los mejores deseos,
Sebastián Iturralde
El escritor siente íntimamente que escribir significa para él la mejor cosa que le ha pasado y puede pasarle, pues escribir significa para él la mejor manera posible de vivir.
—Mario Vargas Llosa
