Necesitamos de la narración. En un tiempo en el que predomina el interés práctico, la mirada positivista, la perspectiva desmitificadora, las buenas historias nos acercan a la vieja sabiduría que se aloja en el pasado y en la memoria. En su espléndido artículo «La evasión del narrador», Fernando Savater subraya «la relación especial de la narración con la memoria, o mejor, con las formas consolidadas de la memoria». Aquí se habla de relatos entendidos siempre desde esta perspectiva, historias que hablan de sucesos pasados o inventados, hechos imaginarios o fantásticos que el narrador los describe, como si hubieran ocurrido realmente en un tiempo lejano, indefinido, historias en las que la acción, las peripecias, el arrojo, la lealtad, el peligro, el heroismo, subyacen junto a la fascinación de lo maravilloso, lo fantástico o lo terrible. Historias que son, como crónicas de un viaje. Siguiendo nuevamente a Savater, «El narrador de historias siempre acaba de llegar de un largo viaje, en el que ha conocido las maravillas y el terror».
Esta aventura intelectual que aquí traemos, es a la vez un viaje y una búsqueda. Un viaje interior y un viaje en el tiempo para explorar el pasado y la memoria. Una búsqueda de lo esencial que hay en nosotros y que es el germen principal del que se nutre la literatura. Este viaje tendrá como conductor al Profesor de Literatura, Juan Mata quien a modo de relator, irá poco a poco conformando y desgranando, con la materia prima de la reflexión y la literatura, y fruto del encuentro y la diversidad de miradas y perpectivas, un nuevo relato plural y caleidoscópico que ofrezca un paisaje renovado del mundo de la ficción. «Relacionar unas cosas con otras, procurar correspondencia entre las personas, conectar lo que está disperso, narrar lo que se sabe o se imagina, buscar y señalar referencias, asociar relatos de diverso origen y naturaleza, informar sobre determinadas materias, actuar, en fin, como los personajes de ciertas obras dramáticas que, mediante un monólogo, narran un acontecimiento indispensable para dar coherencia y continuidad a lo que se está representando», son en palabras del propio Juan Mata, algunas de las cualidades que caracterizan al relator. Tarea tan insólita en nuestros días como comprometida, en la que se aúnan el buen razonamiento con la imaginación, la capacidad de conjuntar conocimientos y buscar similitudes con la de hacer estallar lo unitario y desplegar la diversidad en cualquier punto hacia el que mire nuestro intelecto. Modos de discurrir todos ellos, que suponen un verdadero desafío y una provocación, en una época en que desfallece la reflexión. Con él iremos conociendo la voz y el estilo de numerosos narradores de todo el mundo, nos acercaremos al calor de la literatura, a lo que se ha dicho y se dice sobre el arte de narrar en todos los lugares y en todas las épocas, y con él iremos trazando un nuevo tipo de relato con la comunión de la filosofía, la literatura y el pensamiento, muy propia de este tiempo que vivimos global y relacionado, que servirá no sólo como un estímulo intelectual y un enriquecimiento cultural, sino tambien como un medio de ampliar el horizonte y la mirada. Desde aquí, agradecemos tanto la colaboración de Juan Mata, como la de todos aquellos que ponen aquí su voz y sus escritos.