Relato Corto Blog de Ficción

Capítulo 3

C

Finalmente estaba de camino a casa, llegar con la patrulla es algo que desee por años, no faltaba mucho y el tráfico se estaba moviendo. No quisiera imaginar la vida antes de la creación del piloto automático, pasar por el martirio del viaje, concentrado en el constante acelerar y frenar, qué daría por que se acabe.

No podía creer la expresión en el rostro del Capitán, me miró sorprendido al llegar con el sospechoso, «al parecer existe una distancia muy grande entre la academia y ese lugar». Me voy a adaptar rápido al sistema, ese tal Ortega parece no hacer nada, pero algo bueno debe tener para ser el segundo al mando, quién sabe cuánto tiempo pase para que me vean como a un oficial.

Al llegar al edificio busqué el control para abrir la puerta automática, recuerdo que el estacionamiento está en el tercer nivel, espero llegar al lugar correcto. Se siente bien dirigir el volante de la patrulla al bajar por las rampas, al llegar al subsuelo encontré el número asignado, dirigí la patrulla y la detuve con un movimiento preciso.

Salí y empecé a calentar, saltar en el mismo lugar hacía que mi sangre empiece a circular, una vez que sentí el cambio físico caminé al elevador, esperé poco tiempo para que se abra la puerta y entré. En el transcurso del viaje en el elevador pasé estirando mis brazos y piernas, las puertas se abrieron, las paredes blancas y el piso de madera, mi departamento estaba en una de las dos puertas al final del pasillo.

Usando las llaves desactive al sistema de alarma, entré en un lugar que se veía extraño, uno llegaría a pensar que nadie vive en mi departamento, la cocina que no se usaba siempre estaba limpia, la sala tenía un televisor que no recuerdo haber encendido. Tres puertas en el pequeño pasillo al pasar el área de estar, me dirigí a ellas, la del frente era el baño, a la derecha el dormitorio, abrí la puerta de la izquierda al GamerDome, este tipo de sistemas era difícil encontrar en Bocoy, por suerte mi familia en el exterior tenía conexiones, encendí el aparato y se iluminó.

—Bienvenido Hydra, todo los sistemas están activados —sonó en el interior del cuarto en una atractiva voz femenina, tomé las gafas del pedestal bajo el botón de encendido y entré en la habitación. Las paredes iluminadas proyectaban imágenes de un mundo virtual, caminé al centro del cuarto, me coloqué las gafas, la puerta se cerró, sentí estar dentro del mundo creado por las imágenes.

La proyección era perfecta, estaba en medio de una gran biblioteca, di un paso y las imágenes cambiaron llevándome a través del cuarto, incluso el piso pareció moverse cuando di el siguiente paso, mi cuerpo seguía en medio de la habitación. El movimiento inteligente que realizaba la plataforma en el piso hacia infinito el espacio, era in detectable el cambio, uno podía caminar por horas en la mismas dirección, las proyecciones cambiaban, sentías moverte dentro de un mundo virtual, lo único importante es que dentro de este lugar podía correr.

Llegué a uno de los estantes para libros, alcance con mi mano el juego que quería, la biblioteca desapareció, por un instante me encontré rodeado por oscuridad, solo las letras «Guerra Medieval» se veían en el fondo. La oscuridad volvió a cambiar, me llevó a una llanura, pequeñas colinas jugaban con el horizonte, a los lejos se podía apreciar montañas nevadas, la proyección en la gafas era perfecta, a la distancia se alcanzaba a ver un pequeño fuego, quizá una aldea.

Levanté mi brazo derecho para activar el sistema de selección, imágenes de armas aparecieron, caminé hacia ellas y las analicé detenidamente, esta vez tomaré la espada más grande. Imagino que el sistema podía leer tu mente o algo así, extendí mi brazo para tomar la proyección de una arma flotando, ahí estaba esperando, una barra de metal que simulaba la espada, la tome, sentí su peso, moví la barra de un lado al otro, la proyección de las gafas hacia que mis sentidos se enfoquen en el arma.

El sistema de la policía parece anticuado en comparación, en este mundo todo se sentía real, un sistema magnético controlaba el peso del arma, empecé a correr, el piso del cuarto se movió, cámaras leían mis movimientos para mantenerme en el centro de la habitación. El arma dificultaba mis movimientos, su peso sobre mi hombro, debía correr hasta que el sistema lo vea necesario, era mejor tener el cuerpo caliente para evitar lesiones.

A la distancia vi a un hombre con armadura, dejé de correr para recuperar energía, seguí caminando, tardó poco tiempo para que el sujeto note mi presencia, vi girar a la proyección de un ser de miedo, la calidad de la imagen activó mi sistema de defensa, su armadura negra brillaba, una espada descansaba sobre su hombro, en el mundo exterior uno no lo pensaría antes de huir, el sujeto empezó a caminar en mi dirección. Sentí a mi corazón acelerarse, levanté la espada, empecé a correr mientras sostenía el pesado objeto sobre mi cabeza, una vez que estuve al alcance del contrincante dejé caer el arma con todas mis fuerzas, fue fácil para el sistema evadir el primer ataque.

Di un paso hacia atrás y tomé la espada con mis dos manos, la barra que simulaba la espada disponía de una empuñadura ergonómica y guarnición, la sostuve con fuerza, con la ayuda de mi cuerpo llevé el arma contra mi rival, su espada chocó con la mía, un agudo estruendo detuvo mi arma. El sistema magnético ejerció suficiente fuerza para que la barra se detenga, al menos eso imagino, mis brazos fueron enviados con fuerza hacia atrás, el arma del rival empujó mi espada, el control del sistema sobre la barra hacía que la pelea se sienta real, el contrincante atacó, hice todo lo posible para detener su ataque con mi arma, la vibración casi logra que pierda mi empuñadura, pero esta no era mi primera pelea.

Luego de recuperar el balance volví a atacar, la pesada espada hacía silbar al viento al oscilar, el rival desvió con facilidad el ataque, empecé a sentir fatiga de mover el arma con furia, el rival parecía avanzar, tuve que evitar ser golpeado por su arma, el gran hombre de armadura negra se sobre extiende, por un milímetro su espada no impacta mi armadura, no pudo detener el movimiento de su arma. Aproveché su error, me impulse con las dos piernas, corte el espacio entre los dos, mi espada se incrustó en su pecho, sentí el choque del arma contra su armadura, continué ejerciendo fuerza hasta que atravesé su armadura.

El juego terminó y las imágenes me regresaron a la biblioteca virtual, esta vez fui en búsqueda de una nueva aventura, luego de probar mi suerte contras espadas disfrutaba correr algunas partidas del juego que le llevó a ser reconocido en el mundo. «Policías & Ladrones» era sencillo, dispones de las armas que los dos bandos usan y debes vencer la batalla. Mi último torneo mundial lo jugué antes de que se cierren las fronteras y prohíban la salida del país.

About the author

Sebastián Iturralde

Escritor de relatos enigmáticos, tejiendo narrativas cautivadoras que provocan el pensamiento y estimulan la imaginación. Revelando las profundidades de la experiencia humana a través de las palabras.

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By Sebastián Iturralde
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Acerca del autor

Sebastián Iturralde

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