Hermanos, el día está por terminar, y con él todos los problemas de la mente. Somos libres por un instante, listos para regresar a nuestros hogares, y protegernos del frío de la noche. Una vez más nos ha probado el padre que solo Él nos puedes salvar; sin pensar en un mañana volví a salir de casa, siento que al regresar todo lo que pude soñar fue poco, Él me ha regalado lo que un padre desea para su hijo y más.
No pensé vivir experiencias inolvidables, otra vez. Hoy salí de mi casa cargando el peso del ayer para encontrarme en un día sin mañana. Lo único que importó fue aprovechar cada instante para disfrutar de este regalo; volver a abrir los ojos. Quisiera expresar lo agradecido que estoy por vivir el día que Él tenía programado, aunque, para ser sincero, estuve a punto de arruinarlo.
Claro que para Él todo es posible. Así que se esforzó en mostrar el camino correcto hasta que lo volví a ver, desde ese punto todo se transformó, y aunque sea difícil de entender eso es justo lo que necesito. Vivir la vida que me ofrece en cada mañana, y ser como las nubes que brillan cuando el sol ordena.
Terminando mi día con los últimos rayos de sol. Disfrutando de los regalos que me da, siendo humilde ante su grandeza, y obedeciendo sus órdenes. Me encuentro con esta obra de arte, un grafiti que pese al tiempo sigue enviando claro su mensaje, quién diría que el instante que lo vi disfrutaba de mi bebida favorita. Su mano parece apuntar en mi dirección, asegurando que esta tasa de chocolate es su regalo, también.
Con todo mi corazón quisiera que puedan entender mi mensaje. Vivan sin miedo ya que todos los que estén en la gracia de mi padre tendrán vida eterna.
Increible!!
Que guay!