Relato Corto Blog de Ficción

El Loco

E

Como la última persona cuerda en la tierra, Titus observaba horrorizado cómo el resto de la humanidad sucumbía lentamente a los efectos de un veneno mortal. Había comenzado sin previo aviso, propagándose rápidamente e infectando a todos en su camino.

Titus había estado en el trabajo cuando los síntomas habían aparecido por primera vez. Los colegas habían colapsado de repente en sus cubículos, retorciéndose de dolor mientras sus cuerpos se convulsionaban y su piel adquiría un tono enfermizo de verde. El pánico se había extendido por la oficina mientras la gente se daba cuenta de que algo estaba seriamente mal.

En cuestión de horas, las calles estaban llenas de gente tambaleándose en un estado de enajenación, sus ojos vidriosos y sus bocas espumeando con sangre. Titus había sido uno de los pocos afortunados que había logrado evitar el brote inicial, pero sabía que solo era cuestión de tiempo antes de que él también sucumbiera al veneno mortal.

Mientras caminaba por las calles desiertas, Titus no podía evitar preguntarse qué había causado este evento catastrófico. ¿Fue un accidente, un acto deliberado de terrorismo o algo aún más siniestro?

El sol brillaba en su cara, arrojando una luz dura sobre los edificios vacíos y los automóviles abandonados que llenaban las calles. A lo lejos, podía escuchar el sonido de las sirenas sonando, pero sabía que no quedaba nadie para responder a su llamado.

Al doblar una esquina, se encontró cara a cara con un grupo de personas infectadas. Sus ojos estaban salvajes y desenfocados, y avanzaban hacia él con las manos extendidas, los dedos arqueándose en garras.

Titus retrocedió lentamente, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Sabía que no podía quedarse aquí por mucho tiempo, que tenía que encontrar alguna forma de sobrevivir en este mundo nuevo y envenenado.

Mientras giraba y huía por la calle, su mente se llenó de pensamientos de cómo podía salvarse. Sabía que tenía que encontrar una cura, o al menos alguna manera de protegerse del veneno mortal que estaba destruyendo lentamente a la humanidad.

Pero al mirar por encima del hombro, supo que era demasiado tarde. Los infectados se habían multiplicado, sus números creciendo por segundo, hasta que las calles estaban llenas solo de sus formas retorcidas y contorsionadas.

Y en ese momento, mientras observaba el mundo a su alrededor desmoronarse y caer, Titus supo que era la última persona en la tierra que recordaría cómo era estar verdaderamente cuerdo.

About the author

Sebastián Iturralde

Escritor de relatos enigmáticos, tejiendo narrativas cautivadoras que provocan el pensamiento y estimulan la imaginación. Revelando las profundidades de la experiencia humana a través de las palabras.

3 comments

  • Hola, desde el comienzo, el titulo no logro enlazar con el relato. Esperaba, que solo era la imaginación de un hombre loco. Pero, el final me sorprende más, cuando, parece que el mortifero virus, solo convierte a la gente en locos.
    Saludos

  • Buenas tardes, me gusta mucho como escribes, por eso la idea de ser tu compañera bloguera puede ser interesante, segura de que mutuamente disfrutaremos de nuestra relación literaria. Ven, visítame y te quedarás: ” minovela.home.blog”. Únete a mi web, donde te voy a acompañar para entender cada paso de los que fui dando a lo largo de las páginas de mi novela “S.H. El Señor de la Historia”. Te invito a que leas las entradas anteriores para que estés al día de lo que voy escribiendo sobre la novela y puedas ir captando su filosofía. Quiero ayudarte a bucear en ello, confiando en que comprendas la profundidad de su mensaje.
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    Mary Carmen

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Acerca del autor

Sebastián Iturralde

Escritor de relatos enigmáticos, tejiendo narrativas cautivadoras que provocan el pensamiento y estimulan la imaginación. Revelando las profundidades de la experiencia humana a través de las palabras.