Con el tiempo, Reginald empezó a captar los patrones que sostienen como pilares la filosofía de la oscuridad. Conceptos en común que todos deben aceptar para comprender las perspectivas de sus creencias. Ideas intrusivas que, con el pasar de los días, comenzaban a pasar desapercibidas. Su devoción por la oscuridad.
La oscuridad que existió antes de la luz. La manta sobre la que la existencia fue creada.
Ellos parecen creer que esta oscuridad pertenece a un ser que, con su poder, puede otorgar un espacio para que sus hijos jueguen con la luz. Este ser, que observa desde el más allá los entorpecidos juegos de sus criaturas sobre el tablero, nos ve perdidos. En un juego donde las reglas no están en lo que tienes a tu alcance.
Cegados por las trampas dispuestas a su disposición, la oscuridad nos pone a prueba. Somos tan solo seres que deben superar retos ocultos detrás de todo lo que tenemos a nuestro alcance. Solo podemos ver la luz, y eso nos ciega al equilibrio de la oscuridad.
La oscuridad perfecta carece de temperatura. En realidad, el frío es producto de la ausencia de luz, pero en la noche la temperatura vuelve a su estado original. En la oscuridad pueden sentir a su creador.
Claro que estas ideas, aunque evidentes por la forma de actuar de los otros alumnos de Zurkaks, todavía eran distantes para Reginald. Él solo fingía ser parte de las conversaciones.
—Saludos, esperanza oscura —escuchó Reginald al caminar por uno de los pasillos de piedra iluminados por antorchas. Así es como todos los miembros de la iglesia se referían a los altos mandos. Ellos no solo tenían una apariencia diferente a la de los demás, sino que sus atuendos también eran más llamativos. Aunque todavía no eran tan sobrecargados de metal oscuro como los de los caballeros de la oscuridad.
Estos maestros caminaban de forma dispersa por los corredores. Reginald pensaba que era para mantener el orden, mientras avanzaba hacia su aula. Fue extraño cómo de inmediato se le asignó un horario. Cada instante de su día estaba lleno de actividades para mantenerlo ocupado, repitiendo y escuchando una y otra vez los mandatos de la oscuridad. Empezando a entender las diferencias que llevaron al punto en el que se encuentran sus reinos.
Reginald estaba seguro de que este era el camino para adquirir la fuerza necesaria para regresar a como las cosas eran antes, antes de la llegada del ejército de oscuridad.
El tiempo pasó rápido desde que perdió su conexión con la luz. Desde la última vez que sintió su poder. Como caballero de luz egresado con los más altos honores, Reginald seguía sintiendo que esto era una equivocación. Seguro de que cada día que pasa en la oscuridad, su luz se va desvaneciendo.
Al entrar en la habitación que serviría como aula para su adoctrinamiento, se encontró con un tomo de luz dentro de un estante creado por puyas de metal oscuro. El tomo flotaba como si estuviera controlado por magia, y Reginald notó que el mecanismo de cerradura estaba roto. Cada tomo es entregado a los caballeros de luz y solo ellos tienen acceso a su contenido. Romper el sello era imposible, pero ahí estaba.
Reginald tomó su lugar entre los demás acólitos de la oscuridad. El tiempo pasó despacio mientras analizaba el tomo, observando los destellos de luz que iluminaban todo a su alrededor. Eventualmente llegó Santos, el instructor de la clase, y tomó su lugar al frente del tomo.
—Bienvenido, esperanza oscura Santos —el coro rompió el silencio del aula.
Reginald todavía no estaba acostumbrado a ser parte del grupo, aunque su cuerpo estaba listo para repetir el discurso.
—Que la oscuridad los envuelva —dijo Santos—, y su pureza nos acompañe en esta reunión sobre la mentira de la luz y sus engaños. Analicemos el tomo de luz para desenterrar los mensajes ocultos que la oscuridad dejó para nosotros.
Reginald se quedó en silencio. La idea parecía descabellada, sin embargo, esperanza oscura Santos continuaba revelando los secretos de la luz en voz alta. La ira empezó a crecer en su pecho. Esto era una traición a todo lo que había estudiado. Santos continuó sugiriendo que el pasaje que menciona una sombra no estaba ahí por mera coincidencia. La oscuridad se estaba comunicando a través de las palabras de otros, escondida desde las sombras enviando su mensaje.
Santos continuó explicando lo que este mensaje significaba y cómo el texto perdió completamente su contexto.
Reginald sonrió con una mueca, seguro de que todo lo que ellos decían era absurdo. Para él, las cosas eran diferentes; sus años como paladín le hicieron sentir la luz. Repetir las palabras era mucho más que solo hablar. El mensaje abría un portal de luz que caía sobre su cuerpo y lo llenaba de poder. Ver a Santos repetir las palabras y luego burlarse de su significado encendió una llama en Reginald.
La realidad empezó a perder su contexto y la mirada comenzó a nublarse; solo esperanza oscura Santos se encontraba en enfoque. Reginald sintió un poder crecer, una fuerza que a cada instante se volvía más incontrolable.
—Les haré una demostración —dijo esperanza oscura Santos y, repitiendo el encantamiento opuesto, abrió un portal hacia la oscuridad—. De este surgió una Cerka.
Reginald no podía creer lo que estaba viendo. ¿Acaso las Cerka son invocaciones de los caballeros de la oscuridad?