El día de hoy tuve el bochornoso aprendizaje del Padre Nuestro; luego de repetirlo cuatrocientas mil veces y aprenderlo a la perfección, nunca lo escuchaste. Así que lo recité tal cual Jesús supo enseñar; claro que, como estoy solo en casa, prefiero darle unos cuantos cambios.
Padre, que estás en los cielos,
Santificado sea tu Nombre;
Venga a mí tu Reino;
Hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Perdona mis deudas, así como yo perdoné a mis deudores;
No me dejes caer en tentación, mas líbrame del mal.Gracias,
Hacen falta palabras para describir lo hermoso de mis días.