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diciembre 2002 - Page 27

El invitado de la noche

Era verano. Una de esas insoportables noches de verano en que el calor asedia y uno quisiera sentirse de aire sobre un lago de hielo. A toda la velocidad que le permitía su corto cilindraje, la motocicleta rugía sobre el ardiente asfalto
diciembre 4, 2002

Veneno

Kenzaburo pagaba a los mejores pescadores de Tokio para que le guardasen un ejemplar de pez globo, aunque sabía perfectamente que ellos dejaban los más hermosos y robustos para el mercado negro o para sí mismos. La pesca, venta y distribución del
diciembre 4, 2002

Parecía el infierno

Tumbada boca abajo sobre la toalla, Violeta veía el mar como una pared vertical, un muro violento y espumoso que amenazaba con desplomarse sobre la playa. La caleta era pequeña y angosta, una herradura de arena entre las rocas. El mundo real
diciembre 4, 2002

Una llamada de teléfono

Aquella mañana de septiembre, mucho antes de que sonara el timbre del teléfono, yo sabía que alguien me llamaría temprano. La casa estaba en silencio, mi casa siempre está sumergida en el silencio, tenía las ventanas abiertas, ningún coche frenando en medio
diciembre 4, 2002

Un día de fiesta grande

Un día de fiesta grande Cuando el águila se asomó a la plaza perdió el aliento. Se olvidó de la paloma y se olvidó de su nido y sus hijuelos hambrientos y se olvidó hasta de que era águila. Mucho más arriba
diciembre 4, 2002

Como una isla

Cada vez que mi padre zarpaba, la casa parecía vacía. El bullicio cotidiano era el mismo, mi madre atareada en las faenas domésticas y los cinco niños enfrascados en las típicas contiendas entre hermanos; sin embargo, su ausencia gravitaba sobre nosotros agrandada
diciembre 4, 2002

La poseída

Marino alzó los ojos del café y se volvió con disimulo hacia las mesas del fondo. Como ya había presentido,casi temido, la muchacha estaba allí, con sus labios sin pintar y su carpeta de colores vivos, haciendo sitio en la mesa para
diciembre 4, 2002

Tres minutos y treinta años

El espectro se materializó ante mí, y no lo vi al principio. Fue primero esa impresión de ser mirado: alguien nos mira fijamente mientras dormimos, y nos despierta. Entonces levanté los ojos del periódico, y allí estaba: calva y cara de látex,
diciembre 4, 2002

Él

Sentada en el sofá, con el cuerpo reclinado y la barbilla reposando sobre el cuenco de la mano, miré esa fotografía, la vieja fotografía de él. Posando altivo y estático, con aquel pañuelo envolviendo su cuello, y esa mirada decidida de una
diciembre 4, 2002

El publicitario

A lo máximo que aspira un buen publicitario es a grabar su mejor spot, y ganar ese award que ponga la guinda en su carrera y la estatuilla en sus brazos, la copa de Venecia, la Palma de oro de San Sebastián,
diciembre 4, 2002