Este apartado cumple el propósito de llevar al público una colección de relatos actuales, escritos por autores contemporáneos. Se parte de esta revolución literaria comentando y compartiendo sus trabajos.
Encontré este relato en mi interminable búsqueda de inspiración. Siento que es una excelente ayuda para imaginar el universo de los seres que no comparten nuestros sentidos. Espero que lo disfrutes.
Capítulo primero Allí estaba ella mirándome como en el mejor de mis sueños. Sentada bajo un árbol centenario me llamaba con el embrujo de su mirada, sin pronunciar siquiera una sola palabra. Yo, inseguro, me acercaba lentamente perdido en aquel extraño lugar.
Cuando un niño llega a los doce años comienza el camino para convertirse en un hombre, le decía su madre. Van a haber muchos cambios, muchas confusiones, Jaime; y el pequeño la miraba sin saber a qué se refería, todavía con una
Algo puede pasar. Y será todo. Pero tal vez no pase. Si no pasa, voy a ir hasta el fondo de la bruma y el vacío y llegaré sin carne y sin alma. Voy a ir hasta el final de la fila
El vaso de whisky, sobre la mesa ratona, está casi vacío. La luz tenue apenas ilumina el lugar. En el sillón que está en el centro del living, está durmiendo Laura. Borracha, sola, triste. Pensando en su ex novio Joaquín, quien hace
Era verano. Una de esas insoportables noches de verano en que el calor asedia y uno quisiera sentirse de aire sobre un lago de hielo. A toda la velocidad que le permitía su corto cilindraje, la motocicleta rugía sobre el ardiente asfalto
Cuando me diplomé en Trabajo Social e iba a comenzar mis primeras prácticas como profesional, una sensación de bienestar me invadía de arriba hasta abajo. ¿Seré un buen profesional? ¿Sabré redactar correctamente un informe? ¿Cómo me comportaré en mi primera entrevista cara
Cayó la noche. Las nubes terminaron con su aperitivo el cielo, toda la magnificencia de los rosas, amarillos y violáceos desaparecieron tras las grandes masas pomposas de gris y azul manchado. Luces, truenos, silencio… Empiezan a caer unas tímidas gotas que son
Sí que pasa rápido la vida, sí que pasa. Cada vez que te paras a valorarlo han pasado…, no sé, mucho tiempo. Y es que el tiempo se nos escapa, su velocidad es incalculable y nos empequeñece, por eso no sólo nos
Su mirada estaba tan vacía que llegué a pensar que en aquel cochecito no había nadie, que, sencillamente, lo llevaba de paseo, vacío, para poder llenar su triste vida con tantos buenos recuerdos como encontrara a su paso. Pero algo cayó al
Imperturbable descendió calles sin fin; arriba abajo, abajo arriba. La estación gris, hasta silenciosa. De pronto, entre él y la nada una cabellera roja, incandescentemente roja. Subió al vagón detrás de ella, corrió detrás de ella… La perdió. Tenía que volver a