El arte, tanto para el que lo hace como para el que lo contempla no es sino una forma de aprehenderse un poco. El arte no es más que un amor solitario, un beso quieto. Yo entiendo a los personajes como psicologías,
La búsqueda de lo insólito, de lo extraordinario, de lo misterioso, de lo irracional, de lo portentoso, de lo que los griegos llamaban “tháumata” y los romanos “mirabilia”, de lo que Freud llamó “Unheimlich”, va unida desde la antigüedad a la creación
Había una vez un género literario al que todos creían feo y aburrido: los cuentos son cosa de niños, los grandes escritores deben escribir novelas para demostrar su valía. Tras siglos de desprecio había sido arrinconado en estantes polvorientos con etiquetas de
Tenemos tres tipos de memoria. La primera es orgánica: es la memoria de carne y sangre que administra nuestro cerebro. La segunda es mineral, y la humanidad la conoció bajo dos formas: hace miles de años era la memoria encarnada en las
Carta número uno Querido Ricardo: Hoy me ha ocurrido algo extraordinario, he ido como todas las mañanas a la oficina de correos a recoger nuestra correspondencia y me he encontrado un envío a mi nombre de la editorial Rosenburg, un voluminoso libro
A lo máximo que aspira un buen publicitario es a grabar su mejor spot, y ganar ese award que ponga la guinda en su carrera y la estatuilla en sus brazos, la copa de Venecia, la Palma de oro de San Sebastián,
Sentada en el sofá, con el cuerpo reclinado y la barbilla reposando sobre el cuenco de la mano, miré esa fotografía, la vieja fotografía de él. Posando altivo y estático, con aquel pañuelo envolviendo su cuello, y esa mirada decidida de una
Aquella mañana de septiembre, mucho antes de que sonara el timbre del teléfono, yo sabía que alguien me llamaría temprano. La casa estaba en silencio, mi casa siempre está sumergida en el silencio, tenía las ventanas abiertas, ningún coche frenando en medio
Tumbada boca abajo sobre la toalla, Violeta veía el mar como una pared vertical, un muro violento y espumoso que amenazaba con desplomarse sobre la playa. La caleta era pequeña y angosta, una herradura de arena entre las rocas. El mundo real
Kenzaburo pagaba a los mejores pescadores de Tokio para que le guardasen un ejemplar de pez globo, aunque sabía perfectamente que ellos dejaban los más hermosos y robustos para el mercado negro o para sí mismos. La pesca, venta y distribución del