Este apartado cumple el propósito de llevar al público una colección de relatos actuales, escritos por autores contemporáneos. Se parte de esta revolución literaria comentando y compartiendo sus trabajos.
Encontré este relato en mi interminable búsqueda de inspiración. Siento que es una excelente ayuda para imaginar el universo de los seres que no comparten nuestros sentidos. Espero que lo disfrutes.
Son Relatos: Durante el viaje se canta y charlotea; los islotes están frente a la costa, más allá de la Isla, y el viaje es largo». Knut Hansum. ESPESURA Aún no había amanecido y era muy probable que aquella mañana gris nunca
A Virginia Sánchez de León El domingo mi tío Alfonso y su familia vinieron a casa para comer y pasar la tarde con nosotros. Nada más terminar el postre yo me despedí y subí a encerrarme en mi cuarto, con el pretexto
Me miro en el espejo y me detengo a pensar. Ya no recuerdo cuando fue la primera vez que lo hice. Normalmente no tengo tiempo para la reflexión. Y menos cuando me miro en el espejo del baño mientras me arreglo para
Llegó un momento en el que ya no podía más. Tenía que intentar huir como fuera. Y de repente, las imágenes del día que le conocí se presentaron vívidas en mi memoria. Como si el tiempo no hubiera pasado, como si hubiera
A Lexie le parecía increíble o que su padre le acababa de proponer, ¡hacer un experimento con su propia hija! Por muy golosa que fuese la recompensa, a ella le parecía que los riesgos eran mucho mayores. Su padre, el emperador del
El rey había batallado casi toda su joven vida. Su padre, el anterior monarca, había fallecido en circunstancias aún no aclaradas y él paso a heredar la corona a la temprana edad de trece años. Había tenido que crecer muy rápido ya
-Pon tu móvil en modo avión-insistió la mujer. El hombre la miró fastidiado pero lo hizo. Bastante tenía con el pánico a volar como para discutir con la pesada de su esposa. Para qué narices tendrían que viajar a Palma de Mallorca
Un día de fiesta grande Cuando el águila se asomó a la plaza perdió el aliento. Se olvidó de la paloma y se olvidó de su nido y sus hijuelos hambrientos y se olvidó hasta de que era águila. Mucho más arriba
Una incesante y estruendosa tormenta eléctrica se cernía en aquel cielo gris y nublado. Truenos y relámpagos hicieron eco entre las montañas. Aunque prácticamente era de día parecía que estaba anocheciendo. Mi nombre es Thanatos. Yo me encontraba con mi unicornio negro,
No hay nada más misterioso Que lo cotidiano Sentada frente a la mesa del comedor contemplaba absorta aquel escenario, dando intermitentes caladas a un cigarro que ahora descansaba sobre el cenicero de colores. Ahora así, con los brazos cruzados y sosteniendo el