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Seres de Luz
30 de mayo de 2014 | Fantasía Oscura

Seres de Luz

Seres de Luz

El cosmos estaba lleno de millones de luces brillantes girando y danzando en una sinfónica melodía eterna, rodeadas por una luz blanca profunda y vivaz que no dejaba espacio para la oscuridad. La perfección existía aquí por incontables miles de tiempos infinitos, y si alguna vez hubo un momento de olvido, sería un vacío perfecto al que ningún ser de luz se atrevía a entrar hasta que el resplandor de otro lo iluminaba de nuevo.

Antes de la luz, existía un ser que contemplaba la inmaculada creación mientras giraba perfectamente. Los seres de luz, nacidos de su manto, trajeron armonía al caos al estallar con un esplendor impecable dentro del abismo. El tiempo era ficción, y todo lo que existía entre la perfección y la destrucción era el péndulo del tiempo, que nunca fue contenido por el abismo. Aquellos perdidos en la construcción perfecta anhelaban brillar con intensidad, expresando su amor a través de la luz. Las chispas, concebidas sin ambición, brillaban desde el manto del creador, y solo bastaba el aleteo de un relámpago para crear eones interminables dentro de la creación divina y su resplandor.

Mil eras pasaron en el cosmos infinito antes de que se pronunciara la primera palabra, y el lenguaje más intrincado se formó en un instante, permitiendo la comunicación entre las magníficas gotas de luz que siempre habían sido, nunca fueron y siempre serían. Se creó un océano interminable de conocimiento inalcanzable, y cantidades ilimitadas de información fueron reunidas por aquellos cuyo apetito se volvió insaciable al adentrarse en lo desconocido y prohibido.

Nuevos seres de luz crecieron y se expandieron, cubriéndose con sus magníficos descubrimientos y sin notar la luz que se apagaba a su alrededor. Su crecimiento descontrolado alteró el equilibrio y desplazó incluso a los rayos de luz más brillantes. El caos de la existencia era interminable, pero su esencia armoniosa comenzó a desplazar a quienes obstruían el crecimiento de los seres de oscuridad. Luchando por emerger, los débiles rayos de luz eran bloqueados por los magníficos ropajes de aquellos que nunca brillaron intensamente. Los seres de oscuridad, admirados por muchos por su grandeza y desbordantes sombras, solo eran comprendidos por unos pocos capaces de captar su esplendor sin ser consumidos por sus caminos codiciosos.

Con el paso del tiempo y milenios consumidos por búsquedas obsesivas, los seres de luz se transformaron en pura oscuridad. Las criaturas nacidas de este proceso proyectaban sombras abrumadoras, convirtiéndose en grotescas formas de oscuridad. Los solitarios seres de oscuridad no tenían a nadie más que a sí mismos y su insaciable sed de conocimiento. Viajaban a cada rincón, dejando solo oscuridad a su paso, y buscaban a quienes pudieran poner en duda sus teorías absolutas. Solo aquellos con mayor conocimiento tenían las respuestas para los que dudaban, y con el tiempo, solo los poderosos eran considerados correctos. Las mayores bestias de oscuridad se perdieron en capas de conocimiento, formando caparazones, mientras los escasos rayos de luz luchaban por escapar y brillar con toda su fuerza.

Observando y conmocionados, los seres de luz escaparon del camino de destrucción de las monstruosidades caídas. Transformaron la encantadora melodía del caos celestial en una melodía áspera y estridente, y solo unos pocos rayos de luz recordaban la hermosa delicia que alguna vez fue la existencia. Mientras tanto, el abismo buscaba equilibrio, convirtiendo todos los restos de luz en seres más pequeños, pero más brillantes. Nacidos de la luz, estos seres más brillantes trajeron equilibrio al cosmos, brillando alrededor de quienes proyectaban sombras. La creación casi se corrigió, y el nuevo equilibrio trajo la guerra a su puerta.

La naturaleza vociferante de la oscuridad llegó a su límite, y el crecimiento ya no podía lograrse por sí solo. Desesperados por equilibrio, los seres de oscuridad recurrieron a los seres más brillantes, buscando extinguir su luz y absorber su conocimiento. Los seres de luz, con su amor puro e ilimitado, lucharon contra la codicia de la oscuridad, usando su conocimiento y fuerza para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos. La guerra entre la luz y la oscuridad continuó, pero el amor y la unidad de los seres de luz finalmente triunfaron sobre la avaricia y el egoísmo de la oscuridad.

Cuando la guerra llegó a su fin, el cosmos volvió a llenarse de armonía y equilibrio. Las luces brillantes continuaron danzando y jugando, rodeadas por la profunda y vivaz luz blanca. Los seres de luz vivieron en unidad y paz, compartiendo su conocimiento y amor entre ellos. La oscuridad no fue erradicada por completo, pero ya no era una amenaza para el equilibrio del cosmos.

El ser que era luz antes de la luz contempló la creación con orgullo, sabiendo que su manto había traído armonía y equilibrio al caos. Los seres de luz, nacidos de su manto, habían luchado valiente y desinteresadamente para proteger su forma de vida, y al final, lograron restaurar la perfección del cosmos. Y así, la melodía eterna del cosmos siguió sonando, llena de alegría y amor, mientras las luces brillantes continuaban danzando y brillando.

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Sebastián Iturralde

Sebastián Iturralde

Un simple ciudadano de este hermoso planeta, eterno enamorado de la creación artística y de las letras, con la firme convicción de que la energía creativa surge de la naturaleza.

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